Las gemas más importantes desde el punto de vista comercial, después del diamante, son el rubí y el zafiro, que a pesar de su aspecto muy diferente, ambos pertenecen a la misma familia mineralógica, el corindón.
El corindón con colores amarillo, naranja, violeta, incoloro y verde también se encuentra en la naturaleza. El corindón, si fuera puro, sería totalmente incoloro; de hecho, los tonos rubí y zafiro se deben a trazas de óxidos metálicos.
El corindón es una piedra notablemente dura, superada solo por los diamantes. El nombre «rubí» proviene del latín «rubeus», que significa rojo. El color del rubí en realidad varía desde un rosa pálido, pasando por todos los tonos de rojo, hasta un carmesí oscuro. El color del rubí se debe a trazas de cromo.
Es interesante el significado que se le dio a estas piedras en la antigüedad: poseer rubíes significaba dominio, amor y fe.